Amy Winehouse lleva tres días ingresada en el hospital, pero no por un resfriado ni por mezclar distintos medicamentos como se rumoreó en un principio, sino porque los implantes mamarias que se puso hace unas semanas le empezaron a supurar.
Así lo desveló el padre de la cantante en la televisión británica, tal y como recoge el Daily Mirror. Explicó que el pasado fin de semana comenzó a notar que sus pechos supuraban un líquido extraño y llamó a un médico, que le recomendó que acudiera al hospital. Desde el pasado domingo permanece ingresada.
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