Amenaza borrasca en el horizonte de Britney Spears. La cantante acaba de romper con su novio y, además, dice no encontrarse a gusto con su cuerpo. ¿Saldrá de esta mejor de lo que ocurrió con su doloroso divorcio de Kevin Federline? Todo parece indicar que Britney ha madurado mucho desde aquello y encaja mejor los reveses. Además, laboralmente las cosas no le van tan mal y tampoco con sus hijos, con los que está muy unida. Incluso en las horas bajas, Britney es otra Britney.
La ruptura entre la Spears y su hasta ahora novio, su repesentante, Jason Trawick, no parece especialmente traumática. Aunque la prensa estadounidense especuló con si él le ponía los cuernos a ella y otras dramáticas historias, en realidad parece que se trata de una diferencia sobre la manera en que cada uno veía la relación y sus planes de futuro. De hecho, la relación laboral entre Britney y Jason continúa, algo que, sin duda, no ocurriría si se tratase de un asunto de cuernos.
La pareja no ha llegado ni a cumplir un año de relación, aunque el padre de Brit, que administra sus bienes, estaba muy contento con el novio de su hija. A Britney se le ve ahora un tanto decaída. De hecho, recientemente declaró que no estaba satisfecha con su cuerpo, y que no veía lógico que la postulasen para la lista de mujeres más sexys de América. En cualquier caso, aseguro que seguirá trabajando para no decepcionar a sus fans. Algo que, probablemente, nunca ocurrirá.
Por cierto, que Britney se ha teñido de moreno para recibir el 2010. Fijaros en la foto.
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